8 de marzo de 2011

¿DESAPARECERÁ LA AMAZONÍA?

Expertos vaticinan la desaparición de la mayor parte de los bosques amazónicos para fines de siglo.

Lo dicen los científicos: la Amazonía, el ecosistema más rico y biodiverso, y reservorio de un quinto del agua dulce no congelada del Planeta, está en serio riesgo de desaparecer en el presente siglo debido a la deforestación y al cambio climático. Según estudios recientes, la región suroriental es la que estaría en mayor riesgo de convertirse en las próximas décadas en sabana, un ecosistema biológicamente mucho más pobre y con mucha menor capacidad de almacenar carbono y producir lluvia. La región noroccidental, que incluye a Loreto, sería la que más probabilidades tiene de resistir los embates del cambio climático “siempre y cuando se conserven los bosques”, previenen los expertos.

La Amazonía no será el pulmón del Mundo como se decía en décadas pasadas, pero sí es un gran regulador del clima global, debido a capacidad de absorber carbono (almacena entre 90 y 120 billones de toneladas métricas) y a su capacidad de producir humedad y generar su propio clima. Sin embargo, el año pasado, durante la tremenda sequía que se abatió por toda la región, la Amazonía dejó de ser un sumidero de carbono para convertirse en un emisor neto, liberando a la atmósfera más CO2 que Europa y Japón juntos; una muy mala noticia para el Planeta, amenazado por el cambio climático. Se dice que si los escenarios actuales no cambian, la destrucción de los bosques amazónicos aceleraría significativamente el calentamiento global –entre 1 y 2 grados, según algunas estimaciones- y afectaría la agricultura en las regiones limítrofes, incluyendo los valles interandinos, que dependen de la humedad generada en la Amazonía.

La sequía del 2010, un aviso del futuro

El Amazonas, el Rey de los Ríos, el más caudaloso del Mundo, daba pena meses de atrás: por segunda vez en un año batió su récord histórico de nivel más bajo, mientras que algunos de sus afluentes principales como el Huallaga, el Marañón y el Ucayali, quedaron casi convertidos en arroyuelos. Los medios de prensa internacionales alarmaron al Mundo: “El río Amazonas se está secando”, informaba Reuters en septiembre, mientras que Radio Netherlands afirmaba: “El majestuoso Amazonas se transforma en un arroyo”. La vaciante extrema ha venido acompañada de una ola de calor insoportable y una pertinaz sequía, provocado estragos a lo largo y ancho de la cuenca. Apenas unos meses antes se había batido el récord histórico de temperaturas más bajas en varias localidades de Perú y Bolivia. La población amazónica está desconcertada frente a estos extremos, mientras que algunos predicadores hacen su agosto anunciando el fin del Mundo.

Un cielo ‘panza de burro’, parecido al de la Lima invernal, cubrió por largas semanas la selva baja del Norte del Perú, y el caudal de los ríos seguía bajando y se interrumpía el tráfico de embarcaciones; el sol, usualmente brillante en los límpidos cielos amazónicos, apenas se asomaba moribundo entre la neblina, mientras los suelos de las chacras se cuarteaban por la falta de agua y los cauces de los ríos se secaban, para alarma de los amazónicos. Luego se supo que los culpables eran los miles de incendios en la Amazonía brasileña. ”Este mundo se acaba”, me comentaba el motocarrista que me lleva del aeropuerto a casa, en Iquitos, aludiendo al calor infernal y la falta de lluvias de los últimos meses. “Nunca hemos visto cosa igual, ni los viejos más antiguos recuerdan una vaciante así”, me comentaba Mamerto Maicua, Awajún, presidente de la organización indígena CORPI-AIDESEP, en San Lorenzo.

Iquitos y otras ciudades amazónicas sufrieron por varias semanas escasez de alimentos, gas, cemento y otros productos de la costa, por las dificultades del transporte acuático; también hubo problemas en el abastecimiento de agua. En la ceja de selva se llegó a situaciones extremas: Tarapoto, Bagua y otras ciudades de la selva norte estuvieron varios meses apenas una horas de agua al día. En el Huallaga central y el bajo Mayo los cultivos de arroz languidecieron y los ganaderos no tenían agua ni para dar de beber a su ganado. El otrora caudaloso Huallaga llegó a estar tan bajo que se podía cruzar a pie en varios lugares. La prensa informó de varios pueblos abandonados por la sequía, los primeros “refugiados climáticos” de que se tiene noticia en la Amazonía peruana.

El calor llegó en algunos lugares a niveles nunca antes vistos: “37 ºC en Moyobamba, eso nunca había pasado, no llueve, no hay agua, no hay energía eléctrica, el Gera seco, es un chiste ver el puente caído y preguntarte pero que río furioso ha hecho semejante cosa si no tiene agua, parece que la furia se llevó no solo el puente sino también el agua” me escribía Karina Pinasco, una reconocida conservacionista desde esta otrora paradisíaca ciudad. Y me contaba que los bosques de las áreas de conservación ambiental Mishquiyacu-Rumiyacu, y Almendra, fuente de agua de Moyobamba, ardieron por más de cinco días para desesperación de los habitantes de la ciudad.

La ciudad de Pucallpa también estuvo por varias semanas cubierta de humo, aparentemente proveniente de las quemas de bosques en el suroeste de Brasil. En el alto Ucayali y en varias otras zonas de Loreto y Madre de Dios, decenas de comunidades indígenas estuvieron aisladas por varios meses, debido a la extrema vaciante de los ríos que impedía el transporte acuático.

La vaciante también afectó seriamente a los peces, principal fuente de alimentación para la población amazónica en selva baja. “Cada vez hay menos, y son más pequeños. No sé qué vamos a comer, si seguimos así”, se lamenta Julia Soplín, una humilde vendedora de pescado en el mercado de Bellavista, en la confluencia del Nanay con el Amazonas. “El peje se está acabando, a veces no saco ni para dar de comer a mi familia”, me explicaba Segundo Tapayuri, Kukamiria del río Huallaga, mientras tejía sus redes lamentándose de la creciente escasez de pescado.

Fernando Fonseca, agricultor y poeta ribereño del Amazonas, me contaba alarmado: “Muchos de mis árboles se murieron con la falta de agua; algo muy grave está pasando en el Amazonas”. Y parece tener razón, porque la sequía no sólo afectó a la Amazonía peruana; en Brasil, los incendios forestales arrasaron miles de hectáreas de bosques, incluyendo el 80% del Parque Nacional Das Emas, en el Cerrado, mientras que suspendió la navegación en ríos tan grandes como el Rio Negro, el Madeira y el Tapajos. Más de 40,000 cabezas de ganado perecieron de sed en El Beni, en Bolivia, debido a la sequía.

Sólo nosotros aumentamos

“Sólo nosotros aumentamos, y la basura; el resto disminuye cada año: el agua, los peces, los árboles…”, comentaba resignado Ronaldo Fachín, viejo pescador del puerto de Bellavista, en Iquitos, sentado en la proa de su canoa vacía luego de una infructuosa jornada de pesca. Muchos amazónicos comparten su pesimismo, porque han visto como se degradan inconteniblemente los ecosistemas amazónicos al tiempo que los recursos que son la base de su subsistencia se hacen más y más escasos, a la par que los cielos otrora generosos ahora mezquinan su agua.

El anuncio del Gobierno de un paquete de megaproyectos para el alto Marañón, incluyendo hidroeléctricas y trasvase del agua amazónica a la costa, no pudo llegar en peor momento. Los expertos temen que estos proyectos alteraren de forma irreversible los ciclos de crecientes y vaciantes, y los procesos migratorios de los peces, lo que afectaría gravemente el ecosistema de la selva baja y los recursos de los que dependen las poblaciones amazónicas. En Loreto se han alzado crecientes voces de protesta contra lo que ven como una nueva agresión del centralismo, y una más que seria amenaza para una región bastante azotada por la pobreza y la degradación ambiental.

Los ecosistemas amazónicos ya están sometidos a mucho estrés, no sólo por el cambio climático, sino por la contaminación de los ríos, la sobre explotación de los bosques, y la deforestación en las cabeceras de los ríos para cultivos ilícitos. Una nueva agresión podría significar un paso más hacia el colapso ambiental, lo que significaría más hambre y enfermedades para una población ya bastante hambrienta y enferma.

Los climatólogos prevén un incremento de entre 3 y 5 grados de las temperaturas en el Amazonas para fines de siglo. Pero según el Hadley Met Centre, que provee información meteorológica al Gobierno Británico, las temperaturas podrían elevarse hasta 8 grados centígrados. En esas condiciones las sequías y los incendios catastróficos serían generalizados, y sería muy difícil la vida en el Amazonas.

Conjurando el fantasma de la deforestación

La pertinaz sequía que ha asolado la Amazonía es, a decir de muchos científicos, efecto del cambio climático, pero también de la deforestación salvaje en las cabeceras de cuenca, dicen los expertos. Más del 20% de la Amazonía ya ha sido destruida, y algunos modelos establecen que el “umbral crítico” o punto de inflexión está entre el 35 y 45% de deforestación, antes de que colapse el clima amazónico. El bosque amazónico no sólo almacena el agua de la lluvia, sino que la produce: alrededor del 50% de las lluvias amazónicas son producto de la evapotranspiración del bosque. En las zonas deforestadas, las lluvias torrenciales arrastran todo a su paso, produciendo huaycos e inundaciones; cuando deja de llover unos días, las quebradas y ríos se secan.

En la Región Loreto ya se están impulsando medidas para enfrentar los efectos del cambio climático: el 2009 se aprobó una ordenanza regional que protege todas las cabeceras de cuenca, para garantizar la provisión de agua y otros recursos vitales para la población, una medida que le mereció un premio nacional al presidente regional.

El Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, en alianza con el Gobierno Regional de Loreto y otras organizaciones, están impulsando proyectos de conservación participativa de bosques con comunidades, bajo los principios del ‘uso del bosque en pie’ y ‘conservación productiva’, como alternativa al avance de la frontera agrícola y a la tala ilegal. Muchas comunidades indígenas, habitualmente reacias a las áreas protegidas, ahora recurren a ellas como un instrumento para conservar los recursos de los que depende su economía. Si se establecen incentivos para conservar los bosques a través del mercado de bonos de carbono -algo que todavía tomará un tiempo según lo que se ha visto en la cumbre de Cancún- es posible que se pueda todavía evitar la catástrofe.

Mientras tanto deben ser descartados todos esos descabellados proyectos de carreteras de penetración con sus desfasados “planes de colonización” y de expansión de la frontera agrícola en suelos pobres de tierra firme; también debe ser frenado todo proyecto de promoción de monocultivos en Amazonía a costa de bosques primarios. En su lugar debe promoverse actividades de aprovechamiento y agregación de valor a productos del bosque en pie por las propias comunidades amazónicas, al tiempo que deben ser recuperadas las áreas ya degradadas con proyectos de reforestación o cultivos permanentes con alta capacidad de captación de carbono y producción de humedad.

Los expertos coinciden en que la conservación y la recuperación del bosque es la mejor -y quizás a corto plazo la única- forma de mitigar el impacto del cambio climático en la Amazonía. El bosque se convierte en un tesoro demasiado valioso para dejar que intereses privados lo degraden o destruyan, por más que los cultivos lleven el falso sello verde de los “biocombustibles”. El Programa de Conservación de Bosques del MINAM debe ser una prioridad nacional, y debe tomarse medidas de emergencia para frenar de una vez por todas la deforestación y la degradación de los bosques. Si hay una esperanza de salvar la Amazonía es protegiendo celosa y decididamente el bosque, ahora.

6 de marzo de 2011

Autorizan credito suplementario de S/.18,450,434.00 para continuidad de proyectos de inversion en la region Loreto..‏

ANEXO ‐ DS N° 032‐2011‐EF

CREDITO SUPLEMENTARIO CONTINUIDAD DE PROYECTOS DE INVERSION
(EN NUEVOS SOLES)

089932. ADECUACION Y MEJORAMIENTO DE INFRAESTRUCTURA Y EQUIPAMIENTO EN LA INSTITUCION EDUCATIVA MARISCAL OSCAR.R BENAVIDES ‐ IQUITOS‐IQUITOS‐MAYNAS‐LORETO 9,580,945

453. GOBIERNO REGIONAL DEL DEPARTAMENTO DE LORETO 8,869,484

016329. CONSTRUCCION CENTRO EDUCATIVO PRIMARIO DE MENORES Nº 61003 ‐ MARIA AUXILIADORA 501,474

059655. CONSTRUCCION Y EQUIPAMIENTO DE LA I.EO. DEL BARRIO DE SAN JUAN ‐ DISTRITO DE REQUENA 40,950

061047. CONSTRUCCION Y EQUIPAMIENTO DE LA INSTITUCION EDUCATIVA INICIAL 813 GOTITAS DE AMOR ASENTAMIENTO HUMANO SANTA ROSA DEL AMAZONAS, DISTRITO DE PUNCHANA ‐ MAYNAS ‐ LORETO 261,274

063204. AMPLIACION Y MEJORAMIENTO DE LOS SERVICIOS DEL CENTRO DE SALUD VILLA TROMPETEROS, MICRORED TROMPETEROS, RED LORETO, DIRECCION REGIONAL DE SALUD LORETO 43,756

083296. MEJORAMIENTO DE LA CAPACIDAD RESOLUTIVA DEL CENTRO DE SALUD BELEN COOPERACION Y HERMANDAD ‐ MADRID, DISTRITO DE BELEN ‐ MAYNAS ‐ LORETO 126,871

094644. CONSTRUCCION Y EQUIPAMIENTO DE LA I.E.P.S. Nº 60558 ‐ NUEVA YORK, PROVINCIA DE LORETO ‐ DISTRITO DE NAUTA 377,388

063664. MEJORAMIENTO DE LA OFERTA EDUCATIVA DEL CENTRO DE EDUCACION BASICA ESPECIAL BONIFACIO ALVARADO PAREDES ‐ YURIMAGUAS 1,386,953.

063665. MEJORAMIENTO, AMPLIACION Y EQUIPAMIENTO DEL LOCAL DEL INSTITUTO SUPERIOR TECNOLOGICO PUBLICO AMAZONAS ‐ YURIMAGUAS 1,355,947

077170. CONSTRUCCION DE LA I.E.P.M. Nº 601438 DE LA COMUNIDAD DE JORGE CHAVEZ, DISTRITO DE PUINAHUA, PROVINCIA DE REQUENA ‐ LORETO 602,813

077178. CONSTRUCCION DE LA I.E.I. Nº 581 DE LA LOCALIDAD DE SAN JUAN DE PAUCAR, PROVINCIA DE REQUENA ‐LORETO 400,206

078375. MEJORAMIENTO DE LA EDUCACION RURAL EN EL NIVEL SECUNDARIO A TRAVES DEL CENTRO DE ALTERNACIA EN LAS CUENCAS DEL AYCHIYACU Y POTRO EN LA REGION LORETO 1,597,300

094859. MEJORAMIENTO DEL SERVICIO EDUCATIVO EN LA CUNA JARDIN 212 ‐ NIÑO JESUS ‐ CONTAMANA, PROVINCIA DE UCAYALI 1,281,264

096972. CONSTRUCCION DE LA I.E.P.M. N° 60030 COMUNIDAD BUENOS AIRES ‐ RIO AMAZONAS, DISTRITO DE BELEN ‐ MAYNAS ‐ LORETO 464,877

097024. CONSTRUCCION DE LA I.E.I N° 535 COMUNIDAD CABO PANTOJA ‐ RIO AMAZONAS, DISTRITO DE BELEN ‐ MAYNAS ‐ LORETO 246,252

097025. CONSTRUCCION DE LA I.E.I N° 846 COMUNIDAD SAN PEDRO DE HUASHALADO, DISTRITO DE BELEN ‐ MAYNAS ‐ LORETO 182,159

El incremento de CO2 en la atmósfera está relacionado con los movimientos de los bosques de la tierra

Uno de los efectos del cambio global es el aumento de CO2 atmosférico. Esto provoca cambios importantes sobre los seres vivos y los ecosistemas. Un estudio, liderado por la Unidad de Ecología Global de CREAF-CSIC, relaciona este fenómeno global con los movimientos de las masas forestales perennifolias, como los bojedales, los encinares o los pinares, en detrimento de las caducifolias, como los hayedos o los robledales.

En las últimas décadas se han observado movimientos de las masas forestales de la tierra. Concretamente, en el área mediterránea, los científicos han observado como los bosques de hoja perenne, formados por ejemplo por boj y encinas, han ido ganando terreno a costa de los bosques de hoja caduca como los hayedos o los robledales.

Hasta ahora se pensaba que estos movimientos eran causados principalmente por el calentamiento global y el aumento de temperaturas. Sin embargo, la consideración de otros componentes del cambio global, como el aumento del CO2 atmosférico, han hecho replantear esta hipótesis. Ahora, la última edición de la revista Trends in Ecology & Evolution dedica su portada a un artículo que da una nueva perspectiva a este fenómeno y plantea nuevas ideas para prever cómo serán los bosques del futuro.

Los autores, Josep Peñuelas, de la Unidad de Ecología Global del CREAF-CSIC, Niinemets Ülo, de la Universidad Estonia de Ciencias de la Vida, y Jaume Flexas, de la Universidad de las Islas Baleares, presentan argumentos que relacionan el aumento de la concentración de CO2 en la atmósfera con el movimiento de estos grandes ecosistemas.

Los autores afirman que las altas concentraciones de CO2 provocan una mayor tasa de fotosíntesis y un uso del agua más eficiente por parte de las plantas. Asimismo señalan que, debido a las diferencias estructurales de las hojas, los árboles perennifolios presentan este fenómeno mucho más intenso que los caducifolios. Esto les da más competitividad y facilidad para ganar territorio en este nuevo escenario ambiental.

"El aumento de la concentración del CO2 en la atmósfera es una de las consecuencias del cambio global. Esto provoca efectos sobre los seres vivos y altera el funcionamiento de los ecosistemas", incide Peñuelas. Los investigadores ponen de manifiesto que este fenómeno provoca cambios muy importantes. "Esperamos que este artículo potencie el debate y la investigación en los efectos del aumento del CO2 sobre los seres vivos", añade el investigador catalán.

Los árboles de hoja perenne, más competitivos a niveles elevados de CO2

El CO2 es un gas directamente relacionado con la fotosíntesis. Las plantas aumentan su fotosíntesis a un nivel creciente de CO2. Sin embargo, se saturan a grandes concentraciones. El mismo efecto se observa con el uso del agua. A altas concentraciones de CO2 a la atmósfera, aumentan su eficiencia y son menos sensibles a las sequías.

Por otra parte, se sabe que las hojas de las especies perennes, como el pino u otras coníferas, difieren mucho de las hojas de especies caducas. A grandes rasgos, las hojas de las especies perennes tienen un tejido estructural más fuerte, formado de células más resistentes y con paredes más gruesas, para soportar los diferentes períodos de crecimiento.

Esta conformación robusta hace que la difusión de CO2 de la atmósfera hacia el interior de la hoja, donde se hace la fotosíntesis, sea más lenta. Por tanto, la difusión retardada provoca que, en un ambiente con elevada concentración de CO2, el proceso de la fotosíntesis no se sature tan rápido y la eficiencia en el uso del agua pueda aumentar más.

Las hojas caducas, en cambio, como no disponen de estas hojas tan resistentes, están muy expuestas a estos incrementos de CO2. La difusión es muy rápida y cuando el CO2 aumenta sus concentraciones en la atmósfera, éste entra rápidamente en el interior de la hoja, satura el proceso de fotosíntesis y permite sólo un menor aumento de su eficiencia en el uso del agua.

El proyecto MONTES, los bosques mediterráneos y el cambio global: amenazas y oportunidades

Este estudio se enmarca en el proyecto MONTES-Consolider 2009-2011. Una iniciativa, que se coordina desde el CREAF y que cuenta con un centenar de investigadores de unas once instituciones. Su objetivo es hacer una investigación científica que permita entender mejor la interacción entre los bosques y el cambio global para determinar la mejor manera de integrar la gestión de los bosques como estrategia de mitigación de sus efectos.

El proyecto se estructura en tres ejes fundamentales: el análisis de la influencia del cambio global en la estructura y el funcionamiento de los bosques, el estudio de la forma en que los bosques pueden hacer variar los efectos del cambio global y la modificación de estas interacciones mediante la gestión forestal.

1 de marzo de 2011

GRAN SEMINARIO


NÚCLEO DE ESTUDIOS ESTRATÉGICOS PAN AMAZÓNICO NEEPA –SEDE IQUITOS, PERÚ.

“SITUACIÓN ACTUAL DEL SECTOR FORESTAL Y DE FAUNA SILVESTRE EN LA REGIÓN LORETO”

TEMARIO:

1. “Formas de Acceso al Bosque en Comunidades Nativas y Campesinas”.
2.“Términos de Referencia para la Elaboración de Planes de Manejos en las Comunidades Nativas y Campesinas”.
3. “Concesiones Forestales Maderables. Situación Actual del Sector Forestal y de Fauna Silvestre”.
4. “Términos de Referencia para la Evaluación de Impacto Ambiental de Documentos de Gestión”.

EXPOSITORES:

ING. JULIO CÉSAR PERDOMO RODRÍGUEZ.

ING. CARMEN ROSA RUIZ PATOW.

ING. JUDITH JOANA ESPÍRITU AGUILAR.

TODOS FUNCIONARIOS DEL PROGRAMA REGIONAL DE MANEJO DE RECURSOS FORESTALES Y DE FAUNA SILVESTRE (PRMRFFS) DEL GOBIERNO REGIONAL DE LORETO.

LUGAR : AUDITORIO DEL MINISTERIO DE AGRICULTURA
RICARDO PALMA 1era CUADRA.

FECHA : VIERNES 18 DE MARZO DEL 2011.

HORA : 7:00 PM.

INSCRIPCIONES : FACULTAD DE CIENCIAS FORESTALES - UNAP
DESDE EL LUNES 07 DE MARZO DEL 2011

COSTO: S/. 5.00 PARA CERTIFICADO